Huerta del Maule, San Javier

Huerta del Maule, San Javier.  Talca - CHILE
Huerta del Maule, San Javier.  Talca - CHILE
Huerta del Maule, San Javier.  Talca - CHILE
Huerta del Maule, San Javier.  Talca - CHILE
Huerta del Maule, San Javier.  Talca - CHILE
Huerta del Maule, San Javier.  Talca - CHILE
Huerta del Maule, San Javier.  Talca - CHILE
Huerta del Maule, San Javier.  Talca - CHILE

Huerta del Maule, San Javier. Talca - CHILE

La localidad denominada Huerta del Maule fue fundada en 1754, lo que la convierte en la más antigua de la provincia de Linares. En el pasado, su ubicación y poder económico determinaron su gran preeminencia; por el lugar pasaba el camino real que cruzando el llamado "Barco del Rey" -actual sector del Morro, en el río Maule-, pasaba por Villavicencio, Nirivilo, Huerta del Maule y luego por Purapel hacia el sur.

En 1680, la Orden Franciscana de Santiago del Nuevo Extremo, atendiendo a la solicitud hecha por el Maestre de Campo don Fernando de Mier y Arce, y su hijo, el Presbítero Domingo de Mier, fundó un convento en lo que se llamaba "Valle de la Vuelta del Maule", denominación que el uso simplificaría para transformar en "Huerta del Maule". Este Convento cumplió no sólo una importante misión espiritual; también sirvió de hospedaje para los caminantes y viajeros, denominándosele Hospicio de San Antonio de Unihue.

La presencia de la Orden Franciscana desde la Colonia ha determinado la existencia en la localidad de una profunda devoción a San Francisco, la que se ha traducido en fiestas religiosas que se realizan hasta hoy y desde hace tres siglos, uniendo folklor, devoción e historia.

Huerta del Maule adquirió notoriedad y fama gracias a la pluma de Mariano Latorre. Este escritor, notable exponente del realismo, llegó en 1911 a San Javier, y luego de publicar sus famosos Cuentos del Maule, abordó la redacción de su gran obra, la novela Zurzulita, cuya acción se desarrolla en la Huerta del Maule. Zurzulita describe, además del drama humano que sustenta el argumento, la vida, usos, costumbres y personajes de la localidad. Están ahí retratados la típica arquitectura criolla, con corredores, pórticos de pilares labrados, bases de piedra tallada, techos de coligüe, pilares de esquina, aleros y tejas. Estos elementos tradicionales de construcción dan al pueblo un carácter muy especial, el que es reforzado por la pervivencia de costumbres muy arraigadas en la vida campesina local, y que también son recogidas en la novela señalada, que describe la trilla, la vendimia, la esquila, el velorio del angelito, etc.
De este modo, la Zona Típica de Huerta del Maule entrega reconocimiento oficial no sólo al patrimonio arquitectónico de la localidad, sino también a su historia y a la forma de vida que ha acogido.

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